Estamos en tiempo de evaluaciones, unos entran, otros están y otros ya han salido. Esa semana que muchos colegios escogen para evaluar lo aprendido durante todo el trimestre. Pero, ¿realmente evaluamos justamente?
Empieza a oírse el run run del cambio metodológico en las aulas de muchos de los colegios, institutos y centro educativos en general. Muchos son los profesores que empiezan a trabajar para y por la innovación en la educación, que utilizan horas de su tiempo personal para invertirlas en proyectos de mejora en el aula, introduciendo poco a poco las metodologías emergentes como el Flipped Classroom, el trabajo cooperativo, la gamificación, los proyectos basados en retos o en problemas.
Pero al final del camino siempre nos encontramos con una piedra en el final del camino, la evaluación. Sí, seamos sinceros, muchas veces nos preocupamos más de las notas, tanto profesores, alumnos como familias, que del aprendizaje significativo que van adquiriendo nuestros alumnos. Tanto es así, que muchas de las pruebas que realizamos son puramente memorísticas.
Según Edgar Dale aprendemos más de lo que hacemos que de lo que leemos o escuchamos.
Si nosotros planteamos la evaluación como un examen memorístico donde el esfuerzo mayoritario persiste en leer y escuchar a un profesor como realiza una clase magistral, ¿qué sucede a las dos semanas?
Pero imaginemos al profesor innovador, ese que ya ha introducido cambios en las aulas y ha realizado algún que otro proyecto, si al final del proyecto deben realizar un examen, ¿qué mensaje reciben los alumnos sobre la evaluación? Y lo más importante, ¿es realmente necesario?
Si planteas un proyecto donde evalúas todo el aprendizaje que va asimilando el alumno durante el transcurso, ¿por qué motivo quieres comprobar a través de un examen si ha asimilado ese contenido? Entonces si no estás seguro, es por qué no has evaluado correctamente el proyecto o el planteamiento no ha sido el adecuado.
Por tanto, la evaluación condiciona el aprendizaje. Si creando se aprende más que memorizando, ¿por qué se evaluación más lo que se debe memorizar?
Continuemos…
Para preparar esta semana de evaluaciones elaboramos un examen igual para todos, y con alguna especificación para aquellos alumnos NEE y NESE que tenemos en las aulas. Y sentimos que somos justos… ¿Pero lo somos realmente? Una imagen vale más que mil palabras.
Y esto es lo mismo que hacemos diariamente con nuestros alumnos, ser “justos” con evaluaciones normalizadas y estandarizadas. Utilizamos nuestro poder de forma autoritaria afirmando que nunca serán capaces o que no sirven para los estudios cuando realmente el problema reside en que no les estamos enseñando como toca hacerlo, que no estamos evaluando correctamente sus capacidades si no las de otro en él.
Pero a todos nos vale tener como excusa las pruebas de selectividad, las pruebas IAQSE, PISA, etc… Pruebas estandarizadas para saber el nivel educativo de nuestros alumnos. Esos currículum llenos de información y contenidos que deben asimilar nuestros alumnos, promovidos por el Gobierno de España. Sí, es muy cierto no nos ayudan las Leyes desde el Gobierno Central pero no debemos esperar que alguien cambie por nosotros lo que está en nuestra mano cambiar.
Esta es una breve introducción de mi pensamiento sobre la evaluación, durante mis primeros años de profesor he ido evolucionando en mi forma de evaluar a los alumnos. Al principio fui premiando a aquellos que mejores notas sacaban, provocando la competitividad entre ellos realizando exámenes y subiendo el nivel de ellos mismos para mejorar su aprendizaje y que fueran mejor preparados. La competitividad es un rasgo de mi personalidad que difícilmente podré cambiar y que seguiré promoviendo entre mis alumnos, eso sí he cambiado mucho en mi forma de afrontar la evaluación y seguramente continuará cambiando porque ni mucho menos sigo evaluando de forma justa a mis alumnos el aprendizaje que van adquiriendo.
Aún así, hubo algo en mí que empezó a cambiar a raíz de escuchar a Santos Guerra, os dejo tres vídeos de una conferencia sobre evaluación que hizo en Argentina. Vale la pena escuchar a este especialista en educación, os ayudará a empezar el cambio en vosotros sobre la evaluación, uno de los cambios más dificultosos en educación.
コメント