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Escenario semipresencial

Feliz último domingo de vacaciones a todos los docentes que en breve marcharemos a nuestras aulas con la incertidumbre de lo que va a ser el próximo año, en el que a buen seguro nos tocará vivir una educación diferente bajo la amenaza de un virus que ha causado muchas muertes. Hoy no quiero desahogarme como hice el otro día con la carta que generó tanto revuelo por las RRSS, hoy quiero intentar dar un poco de luz a un escenario por el cuál hace meses que deberían habernos preparado, pero cómo si fuera un examen de septiembre, ¿qué entra mañana en el examen? La semipresencialidad.

 



Y la pregunta del millón que a buen seguro cae es ¿cómo gestionamos un escenario de semipresencialidad?


Parece una pregunta sencilla, porque a buen seguro que todos los que estáis leyendo esto, a estas alturas ya tenéis una idea de cómo hacerlo en vuestras clases. Ojo, y aunque pueda parecer extraño no hablo únicamente para ESO y Bachillerato, cuando un alumno deba quedar confinado en casa el colegio debe dar solución para que continue su aprendizaje desde casa, ya tenemos la semipresencialidad en cualquier etapa. Existen muchas formas de hacerlo y en este post intentaré analizarlas una por una, y a buen seguro que me dejaré algún escenario que no había previsto. Pero antes de empezar a analizarlas debemos tener en cuenta una serie de condicionantes:


El claustro de profesores es el primero. Muchas veces entonamos el yo en mis clases con una facilidad enorme y tal vez ese sea uno de los motivos por los cuáles la educación en España no acaba de funcionar del todo bien. No es tu clase, no son tus alumnos, no es tu colegio... es nuestro. Y nuestro engloba a todo el claustro de profesores desde el encargado TIC del centro hasta el docente con más pavor a la tecnología, desde el Innovator hasta el docente más tradicional, todos deben ir al unísono y trabajar desde el mismo ángulo cada uno dando su enfoque y caracterizando su asignatura. A este término se le llama cooperación horizontal y facilita que el alumno esté centrado más en el qué que en el cómo y por tanto mejora exponencialmente su aprendizaje.


Otro de los aspectos a tener en cuenta es el cómo, cómo nuestro centro educativo tiene organizado su proyecto pedagógico y cómo los docentes lo ponen en práctica en cada una de sus aulas. Nunca podremos trabajar la semipresencialidad igual desde una metodología más tradicional donde el docente es el transmisor de la información o desde una metodología más activa, como pudiera ser el aprendizaje basado en proyectos, donde el docente es el guía del aprendizaje.


Si tenéis la suerte de encontraros en un centro educativo con una linea pedagógica y estratégica muy clara que se lleva trabajando hace años con un fuerte liderazgo por parte del equipo directivo seguro que tendréis una facilidad enorme para elegir la forma en la cuál enfocar esa semipresencialidad.


Sea cual sea el cómo, un consejo: no os agobiéis. Es momento de empezar a mirar al futuro con otros ojos en cuanto a la educación, pero nada cambien en cuestión de días. No busquéis cosas que se alejen mucho de lo que ibais haciendo pero probad cosas nuevas, como decía Paulo Freire, transformemos las dificultades en oportunidades, y añado yo pero con calma.


La organización horaria sería el tercer condicionante, no solo cómo se van a distribuir los alumnos en la semipresencialidad (si por días alternos como en les Illes Balears, o con la posibilidad de semanas alternas en otras comunidades) sino que también a la distribución horaria de los profesores pues no es lo mismo tener esparcidas tus horas a lo largo de la semana, que para aquellos que no tienen jornadas completa reducidas en intervalos de días, y aquí vienen las grandes dificultades que influyen directamente al cómo.


Por último, uno de los grandes condicionantes es el presupuesto. Presupuesto de dotación para los centros para posibilitar la semipresencialidad de la manera propuesta y presupuesto para que los alumnos manejen dispositivos tecnológicos desde casa... Y todo ese dinero va a mejora de las redes en centros educativos, dotación al personal docente de dispositivos (¿os imagináis una cajera que deba comprarse su máquina registradora para trabajar?), dotación a los alumnos de dispositivos, dotación para formación... Presupuesto que pocas veces se invierte en educación, al menos no el suficiente.


Aquí en Baleares el 18 de junio de 2020 la Conselleria d'Educació anunció la creación del IBSteam cuyo objetivo es acompañar y ayudar a los centros educativos, personal docente y alumnos con necesidad en la implantación, desarrollo y formación de la tecnología. De hecho el otro día anunciaron la prestación de 7000 dispositivos para alumnos con necesidades para que la brecha digital no sea una brecha socioeconómica. Lástima que todavía se siga diferenciando los centros públicos de los centros concertados, una guerra política que no ayuda ni a profesores ni a alumnos ni a familias que al final son el centro de la comunidad educativa. Pero shh, no pretendo entrar en polémicas políticas. No me interesa.


Así pues con los cuatro condicionantes claros (cooperación horizontal, proyecto educativo, organización horaria y presupuesto), vamos por fin a centrarnos en las distintas formas en las que podemos enfocar la semipresencialidad:


Clase "presencial" o aula mixta: Este, a buen seguro, es el modelo que nuestros políticos tienen en mente, al igual que la sociedad, es decir, un modelo enfocado a que los alumnos en casa hagan exactamente lo mismo que los alumnos en clase.



Ventajas:


- No requiere de mucha organización por parte del docente.

- No diferencia los grupos.

- Puede utilizarse con cualquier metodología.

- Requiere de un plan de actuación claro.


Inconvenientes:


- No es educación semipresencial.

- Facilita continuar con una metodología más tradicional.

- Disminuye la concentración de los que están en casa (7 horas delante una pantalla de ordenador nunca puede ser recomendable)

- Inversión económica


Recursos y materiales:


- Manos libres para que los alumnos os oigan desde casa en cualquier lugar de la clase (recomiendo Xaiomi)

- Trípode y dispositivo de grabación

- Ordenador de mesa para compartir pantalla o proyectar en el aula.

- Herramienta de videoconferencia (Meet, Teams, Zoom, Skype...)


Flipped Classroom (Aula Invertida): Es un modelo pedagógico que a mí personalmente me ha dado sus frutos durante los últimos años. En este caso, los alumnos en casa seguirían una explicación mediante un video (normalmente, aunque puede ser un documento o una presentación enriquecida tipo Genial.ly) y los alumnos en clase trabajan sobre el contenido visto en el video con la ayuda del profesor.



Ventajas:


- Mayor atención a la diversidad.

- Mejora la autonomía de los alumnos.

- Favorece el aprendizaje activo.

- Más tiempo efectivo en el aula.


Inconvenientes:


- Los alumnos deben mirar el video (para ello podemos utilizar herramientas de motivación)

- Requiere de una programación más exhaustiva y separación de grupos.

- Requiere la preparación de materiales audiovisuales para trabajar desde casa.

- Disminuye el tiempo real de aula a la mitad por grupo.


Recursos y materiales:


- Herramientas de grabación, ya sea un iPad con su Explain Everything, una cámara que enfoca a una pizarra o que enfoca a un folio... las posibilidades son muchas.

- Herramienta de control de visualización del video. EdPuzzle nos permite saber en todo momento quién ha visto el video, cuándo lo ha visto, no permitir que avancen hasta que no lo hayan visto por completo e incluso introducir preguntas durante el video para conocer la compresión y/o concentración.

- Plataforma de Gestión de Aula (Google Classroom, Teams, EdModo, Showbie) o incluso con aspectos de gamificación como (ClassCraft o ClassDojo)


Blended Learning o Aprendizaje Semipresencial: Ésta es otra realidad muy distinta, que requiere una formación y organización a unos niveles superiores y que difícilmente se puede ver en una clase tradicional. Por ello creo que se erró en el nombre y que cuando dijeron aprendizaje semipresencial querían decir aula mixta.


Este aprendizaje requiere una organización y un diseño por parte del docente que permita al alumno de manera muy autónoma conseguir llegar a los objetivos marcados. Se deben balancear de forma adecuada que tipo de actividades se realizan de forma presencial y cuáles online.


De hecho, en el aprendizaje desde casa son los alumnos los que se organizan los tiempos y van realizando las tareas, no están conectados al mismo tiempo que los alumnos que están en clase presencial y tampoco tienen por qué realizar las mismas tareas.


Este modelo se está estableciendo cada vez más universidades e institutos promueven este tipo de educación. Fomenta el trabajo por proyectos donde el profesor es un guía que en reuniones determinadas (educación presencial) hace un seguimiento del aprendizaje de sus alumnos, o incluso explica aquello más teórico. Mientras la parte práctica la realiza desde casa organizando sus tiempos.


Durante el confinamiento estuve trabajando con este método, y las clases presenciales eran sustituidas por clases de dudas a requerimiento de los alumnos. Significó un gran trabajo por mi parte que al final dependía de la autonomía y responsabilidad de mis alumnos.


Evidentemente también requiere para su buena implantación una mayor flexibilidad horaria de todo el centro educativo.



Ventajas:


- Fomenta la autorregulación del aprendizaje, la autonomía y la organización de tiempos.

- Mejora el aprendizaje significativo de aquellos alumnos más responsables.

- La flexibilidad horaria también mejora el rendimiento de los alumnos.


Inconvenientes:


- Requiere un mayor trabajo de organización por parte del docente.

- Un mayor diseño personalizado de la educación de los alumnos.

- Existe un mayor descontrol para los alumnos menos responsables.

- Una mayor dedicación horaria.


Recursos y materiales:


- Un entorno educativo digital potente (GSuite o Microsoft)

- Utilización de un portfolio (Sutori o cualquier herramienta web) para recoger evidencias y reflexiones de aprendizaje.


A gran escala estas son las tres soluciones que podemos optar para este escenario de semipresencialidad. Evidentemente de cada una de ellas se pueden hacer puntualizaciones o modificaciones para adaptarlas a tus necesidades en el aula, pero lo que es impepinable es que de éstas tres posibilidades el centro educativo debe optar por una de ellas y puntualizar requerimientos esenciales para todos los docentes, de tal manera que los alumnos se concentren más en el qué más que en el cómo. Que tras un proceso de adaptación no sigan pensando que ahora toca Lengua Castellana y debemos conectarnos desde casa pero que en Matemáticas no hace falta conectarse porque nos subirá la tarea a Google Classroom mientras el profesor de Biología a la siguiente hora utilizará el correo electrónico para indicarnos que tareas debemos hacer desde casa. Cooperación horizontal.


Espero haber dado un poco de luz a este oscuro camino que nos espera a partir de septiembre. Yo no he tomado decisión alguna porque no me concierne, eso sí he preparado el año para que pueda serme útil en cualquier decisión que tome el equipo directivo de mi centro educativo.


¿Y tú qué solución propones? Comenta en la entrada o en cualquiera de mis RRSS.


Gracias a todos por vuestro esfuerzo pese a las dificultades. Nos vemos en las redes.


PD: Aprovecho este espacio para recomendaros el Campus Maecenas Singularity School donde podréis encontrar formaciones para afrontar el nuevo escenario, a bajo coste y con las horas homologadas por la Consellería d'Educació de les Illes Balears.

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