Hoy tras un mes y una semana me he hecho una prueba de anticuerpos para saber de la efectividad de la vacuna AstraZeneca en mi organismo. ¿Quieres saber los resultados?
Mucho se ha estado hablando en las últimas semanas sobre los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca que la gran mayoría de docentes nos han administrado. En una situación como la que estamos viviendo lejos de informar ha generado todavía una mayor confusión y desasosiego, el rechazo de mucha gente a una vacuna que cumple perfectamente los requisitos OMS y está aprobada por la EMA (Agencia Europea del Medicamento).
Es cierto, que algunas muertes en diferentes lugares del mundo se han relacionado con la administración de la vacuna, y que los efectos secundarios de la misma pueden provocar desde malestar y cansancio, hasta cómo se ha visto en algunos casos la muerte. Pero como cualquier otro tipo de medicamento que ya se ha normalizado y es habitual en nuestras casas. Si nos paramos a coger el prospecto de cualquier medicamento, y nos vamos a las contraindicaciones, efectos secundarios y riesgos, no tomaríamos la mitad de cosas.
Aún así, a pesar de los riesgos el número de personas, en tanto por ciento, afectadas son muy bajas, eso sí cuando te toca te toca, y entiendo el miedo y la preocupación. Eso sí, mucho peores son las estadísticas de daño provocados por la COVID-19.
Dicho esto, os quiero relatar mi historia y el motivo por el cuál #yoquieromisegundadosis y creo que el resto de la comunidad a la que se ha administrado la primera dosis de AstraZeneca debería hacer lo mismo.
El domingo 7 de marzo a las 15:38h me dieron mi primera dosis de la vacuna AstraZeneca, en casa, me preguntaban cada 5 minutos como me encontraba, mirándome cuál bicho raro a la espera de ponerme grave... No entiendo porqué, imagino que es por mi fama de pupas, coge fama y échate a dormir. No me tomé un paracetamol, ni antes ni después de vacunarme.
Pasaron los días y apenas tuve una sensación extraña, más generada por mi propia mente que realmente por los efectos secundarios de la vacuna.
Hoy ha sido un día especial, en nuestro centro hemos tenido la suerte que nos hicieran una prueba de detección de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Dada la situación actual en la que se ha estado valorando la posibilidad de no poner la segunda dosis de la vacuna porque estábamos cubiertos con el 70%.
De ser así, entiendo que nos darían como vacunados, con nuestra tarjeta de vacunación actualizada y pudiendo viajar... ¿pero estamos realmente protegidos?
Desde mi experiencia docente, donde explico en 3º ESO como funciona el sistema inmunitario puedo explicaros el significado de este resultado.
Esta gráfica nos permite entender cómo actúa nuestro sistema inmunitario tras la entrada de la COVID o tras la vacunación.
La Ig hace referencia a la inmunoglobulina, los anticuerpos, son unas proteínas vitales que recorren nuestro torrente sanguíneo cuya función es protegernos de virus, bacterias y alérgenos.
Existen básicamente de cinco tipos (IgM, IgG, IgA, IgD e IgE). Me centraré en los dos primeros que son los que se estudian en un test de detección de anticuerpos. Los anticuerpos IgM son los primeros en aparecer cuando se produce una entrada del virus o, en nuestro caso con la vacuna el vector viral no replicante. Eso quiere decir que no nos introducen el virus SARS-CoV-2 si no que se utiliza otro virus, en este caso el adenovirus causante de los resfriados en en chimpancés, que al introducirse en una de nuestras células produce una proteína que contiene el SARS-CoV-2 llamada Spike que es mínima y prácticamente inocua y desencadena la respuesta inmunitaria de nuestro organismo que empieza a crear los anticuerpos que nos protegen.
Los IgM, como decía, son los primeros en aparecer, son generados por los Linfocitos B y generan la primera respuesta inmunológica, débil y poco selectiva. En su valor más alto empieza a formarse la IgG que son las que estabilizan y generan la inmunidad en último término, y que en algunas enfermedades permanece el resto de nuestra vida, pero en otras desaparece hasta que volvemos a ser infectados o vacunados.
Tras realizarme la prueba, estos son los resultados:
No tengo valores mínimos detectables de IgM ni de IgG, por tanto NO ESTOY INMUNIZADO y necesito mi segunda dosis para completar la respuesta de mi sistema inmunitario tal y como está estipulado en el plan de vacunación efectivo del SARS-CoV-2 con la vacuna de AstraZeneca.
Para explicar estos resultados hay que decir que la línea roja que veis es la banda de control de calidad, que siempre debe salir para validar la prueba. Después como veis hay dos letras más la G y la M que hacen referencia al tipo de inmunoglobulina. Para que una persona vacunada esté completamente inmunizada debe estar marcada con una linea púrpura la letra G, aún así si se marca la M quiere decir que todavía está generando anticuerpos.
Como yo muchos docentes de mi colegio se encuentran en la misma situación, después de la primera dosis no poseen anticuerpos. Y casualmente, o no, las personas que más efectos secundarios tuvieron con la vacuna son las que tienen mayor cantidad de anticuerpos. Y digo casualmente, porque no tengo una cantidad de datos suficientes como para realizar una hipótesis estadística clara.
Por ello, quiero mi segunda dosis para no engañar y mantener mi responsabilidad civil y sanitaria ante una situación que lleva más de un año produciendo millones de muertes alrededor de todo el mundo.
Voy a exigir mi segunda dosis, y voy a vacunarme, todos deberíamos hacer lo mismo por el bien común, y si me hacen firmar una hoja de responsabilidad, la firmaré. Desde el gobierno, así como hacen en otros países, nos deberían dejar elegir qué vacuna debo ponerme, y como yo hay otros muchos docentes que opinan igual y cuyos argumentos hacen referencia a la educación y evaluación que deseamos en nuestras aulas.
Aquí os dejo un ejemplo de mi gran amigo Jaume Feliu. Os recomiendo que leáis el hilo entero, no es muy largo:
¿Y tú te pondrás la segunda dosis? #yoquieromisegundadosis
Comparte y participa, nos vemos en las redes